Archives

  • 2018-07
  • 2018-10
  • 2018-11
  • 2019-04
  • 2019-05
  • 2019-06
  • 2019-07
  • 2019-08
  • 2019-09
  • 2019-10
  • 2019-11
  • 2019-12
  • 2020-01
  • 2020-02
  • 2020-03
  • 2020-04
  • 2020-05
  • 2020-06
  • 2020-07
  • 2020-08
  • 2020-09
  • 2020-10
  • 2020-11
  • 2020-12
  • 2021-01
  • 2021-02
  • 2021-03
  • 2021-04
  • 2021-05
  • 2021-06
  • 2021-07
  • 2021-08
  • 2021-09
  • 2021-10
  • 2021-11
  • 2021-12
  • 2022-01
  • 2022-02
  • 2022-03
  • 2022-04
  • 2022-05
  • 2022-06
  • 2022-07
  • 2022-08
  • 2022-09
  • 2022-10
  • 2022-11
  • 2022-12
  • 2023-01
  • 2023-02
  • 2023-03
  • 2023-04
  • 2023-05
  • 2023-06
  • 2023-07
  • 2023-08
  • 2023-09
  • 2023-10
  • 2023-11
  • 2023-12
  • 2024-01
  • 2024-02
  • 2024-03
  • 2024-04
  • 2024-05
  • 2024-06
  • 2024-07
  • 2024-08
  • 2024-09
  • 2024-10
  • 2024-11
  • 2024-12
  • 2025-01
  • Resulta interesante contrastar las opiniones

    2019-04-29

    Resulta interesante contrastar las opiniones de analistas e investigadores cubanos con estadounidenses, pues si bien mantienen coincidencias, también parten desde luego de sus ámbitos geográficos. El mismo Lowenthal, quien es miembro no residente de la Brookings Institution y ex director fundador del Programa Latinoamericano del Wilson Center y del Diálogo Interamericano, ha señalado que “durante mucho tiempo los principales obstáculos han sido la falta de voluntad de Estados Unidos para tratar TAK-875 Cuba como una nación soberana, y el temor del liderazgo de Cuba de que la reconciliación con Estados Unidos sin un cambio en esta postura estadounidense podría poner en riesgo la independencia de Cuba”, pero que el inicio de las negociaciones demuestra que ambas posturas han sido modificadas. Luego reconoce que Cuba no dejará que Estados Unidos tenga injerencia en sus asuntos internos, pero que tampoco Washington hará a un lado su Otros investigadores estadounidenses, como Jorge I. Domínguez, reconocido experto en temas cubanos, coincide con sus pares en el sentido de que “Obama apuesta que, tarde o temprano, la mayor apertura internacional facilitará un cambio democrático en Cuba”. No obstante, la nueva circunstancia permitirá, según el mismo analista, crear nuevos niveles de confianza para fortalecer la credibilidad bilateral y permitir acometer acuerdos cada vez más ambiciosos que desemboquen en cambios fundamentales. Un tema que se adiciona a lo expuesto por los cubanos, es la perspectiva de que una vez que se normalicen las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, es muy probable que el tema de Cuba deje de estar en la agenda doméstica e interamericana de Washington, un objetivo que han tenido los gobiernos estadounidenses desde la década de los años sesenta. Desde el lado de los intelectuales estadounidenses, la decisión del presidente Obama mejorará las relaciones con América Latina, aunque no producirá una armonía total, sin embargo, apunta a terminar con los remanentes de la Guerra Fría en el continente y con el “único factor que unifica a la región en contra de Washington”. El encuentro de Obama con Castro en el marco de la VII Cumbre de las Américas: “Hará que criticar a Obama sea muy difícil para otros líderes latinoamericanos que, por distintos motivos, tienen tensas relaciones con Washington”. Es importante destacar que las negociaciones entre Cuba y Estados Unidos implican también transparencia en las acciones de Washington hacia la sociedad cubana. Las acciones encubiertas deberán o bien sofisticarse o convertirlas en acciones legales, aunque sean disfrazadas.
    CONCLUSIONES Por otro lado, la cooperación en distintas áreas entre Estados Unidos y Cuba ha estado inmersa en coyunturas internacionales muy particulares pero que al fin y al cabo, han servido para mejorar sus no relaciones en algunos campos. Por ejemplo, en abril de 1977, el gobierno del presidente estadounidense James Carter suscribió un tratado de delimitación de las aguas jurisdiccionales y las áreas de pesca con Cuba. En septiembre siguiente, como se ha mencionado, se establecieron Ofi de Intereses en Washington y La Habana, como resultado de negociaciones iniciadas en marzo. El gobierno de Estados Unidos decidió además suspender los vuelos espías sobre territorio cubano, flexibilizar las leyes para facilitar los viajes de estadounidenses a sarcomeres la Isla y, por primera vez, permitir la venta de medicinas y alimentos a través de sus empresas transnacionales y de sus filiales en terceros países. Desde 1964 Estados Unidos amplió el bloqueo económico a medicinas y alimentos. ¿Qué dicen las fechas en que se ha flexibilizado la posición de ambas partes? Veamos una cita elocuente sobre la situación internacional en la década de los años setenta del siglo pasado, marco en el que se mejoraron las relaciones entre Washington y La Habana, bajo el gobierno de James Carter. Por otro lado, se habla de la política económica de Estados Unidos, cabeza del libre mercado y de libre empresa. No obstante, análisis diversos muestran la falacia del mercado en las economías desarrolladas. Allí, el Estado es el que quizá más intervención tiene en la economía a diferencia de las naciones subdesarrolladas que fueron obligadas a desmantelarlo. No obstante, Estados Unidos por lo menos en un nivel de discurso ha sido el campeón del libre mercado, de la libre empresa. sin embargo, los estadounidenses irremediablemente, vivirán, observarán, analizarán la vida cubana donde imperan ciertos valores engendrados y heredados de la Revolución. Así que la influencia será mutua entre las sociedades, aunque no por ello, equilibrada. Habrá que ver qué pasa con el modelo económico cubano ahora que tendrá un poco más de respiro con el mercado, la economía y las finanzas estadounidenses. Habrá que tener cuidado con la influencia cubana en el mundo norteamericano.