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  • br La historia de los animales en el Nuevo Mundo

    2019-07-01


    La historia de los animales en el Nuevo Mundo La descripción de la Isochlorogenic acid A americana fue una tarea que realizaron algunos exploradores, soldados, funcionarios y religiosos como respuesta a la petición de información de las autoridades, deseosas de conocer la fauna y descubrir las propiedades de la naturaleza del nuevo continente. De ahí que no resulte difícil imaginar que en las descripciones se hubiera anotado junto con el hábitat, el aspecto físico y la conducta del animal, las advertencias para cazarlo, procesarlo y aprovecharlo como alimento, vestimenta o medicina, etc. Sin embargo no todo fue premura por sobrevivir y comerciar; la fauna indiana inspiró descripciones y reflexiones de carácter naturalista, fue campo para un fértil ejercicio retórico encaminado a celebrar las maravillas de la naturaleza y a su autor, y motivo de especulación didáctico-simbólica. Al mismo tiempo la materia natural constituyó una forma de entretenimiento, gracias a las anécdotas graciosas, las novedades y las maravillas. ¿Ante esta variedad de funciones en qué sentido se habla de un registro de la fauna en el marco de una historia? El término “historia”, tal como aparece referido en las crónicas, no sólo comprendía los “hechos” (res gestarum) de los hombres (historia moral), sino que abordaba otras tres parcelas del conocimiento relacionadas de diversas maneras entre sí: la historia divina, dedicada al conocimiento de Dios; la eclesiástica, a la Iglesia, entendida como institución y la natural, orientada a la naturaleza: plantas, animales, minerales, suelo, etc. Pensado como conocimiento de la naturaleza el término historia significaba más bien “investigación” o “estudio”, lo que si bien supuso cierto énfasis en la experiencia del observador—el “testigo de vista”— no implicó la necesidad de desechar el vasto saber especulativo, imaginario, experimental, práctico o vivencial acumulado en la milenaria tradición naturalista de Occidente. En este sentido, la historia natural funcionó como un archivo y correspondió a translation los cronistas de Indias completar los conocimientos de sus predecesores —y también corregirlos— registrando la naturaleza no referida por los antiguos. Es importante tener presente que la palabra “historia”, aplicada al campo del saber acerca de la naturaleza, no tradujo la idea de devenir, de transcurso y mucho menos de evolución pues se consideraba que las especies no cambiaban; existía más bien una inmensa variedad de seres distendidos por el espacio. Además en el marco de la crónica, la historia natural proporcionó la varietas necesaria para aligerar el taedium o sacietas de la narración histórica.
    Para hacer el contraste entre la historia natural y el Bestiario, dada la cantidad de textos existentes, se estableció una muestra de cinco crónicas que cumplieran con las siguientes características: 1) que hayan sido escritas antes de terminar el siglo xvi, por ser el momento más intenso del contacto de los cronistas con la novedad de la naturaleza americana; 2) que traten con relativa amplitud la fauna; 3) que representen la gama de acercamientos al reino animal que hubo en la historiografía indiana del periodo a considerar; 4) que las obras seleccionadas sean también las más significativas de su clase en el periodo fijado. Cinco historias alcanzaron estos requisitos y como son de sobra conocidas sólo se destacan algunos aspectos relevantes para nuestra investigación. 1. Las Décadas del Nuevo Mundo, del humanista Pedro Mártir de Anglería (1456-1526), es la primera historia de Indias; narra con el latín de los humanistas, y desde España, los hechos de los castellanos. Su modelo de escritura, pese a que sigue en aspectos formales el género epistolar, es el relato de viaje pues, aunque Anglería jamás se trasladó a América, su manera de contar es “noticiosa” porque en la medida en que le llega la información la traslada a la escritura en un corto tiempo.